Por algo llegó en el auto que llegó. Y es que, fiel al estilo que está queriendo imponer, el senador Basilio Núñez mostró un perfil “rudo” al asumir como nuevo presidente de la Cámara Alta. De movida tiró un fuerte mensaje que impactará de lleno en el manejo interno pero que, a la vez, rebotará a la ciudadanía en general, que ahora esperará ver que se cumplan promesas como la de reducir drásticamente las direcciones que existen actualmente en el Senado.
Apenas subió, dijo que exigirá que todos quienes cobran un sueldo en esa cámara justifiquen con trabajo el salario que perciben y eliminará más de la mitad de las direcciones que hoy existen. Al respecto, solicitará asesoramiento a la Contraloría General de la República para hacer los primeros cambios como nuevo ordenador de gastos.
Respecto a las 300 direcciones que hoy existen en el Senado, el presidente hizo un anuncio. “Antes de que termine el año, el Senado va a tener menos de la mitad de las direcciones que hoy tiene”.
Núñez adelantó que, de ser necesaria la distribución horaria en doble turno, se establecerá esta metodología e incluso, la posibilidad de atender los sábados.
“Todos tienen que justificar lo que están ganando”, afirmó el senador, quien habló de sanciones para quienes lleguen tarde o se ausenten al trabajo.
Por otra parte, dijo que su prioridad, como médico, es la Salud, en tanto que trabajará junto a su bancada en proyectos que tengan que ver con la mejora del transporte público.
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