Él es feliz predicando la palabra. Entre sus seguidores, hay muchos albañiles, plomeros, electricistas… Y no es casualidad, porque además de ser pastor también dijo ser arquitecto. Pero, al parecer, en esta última faceta, no anda tan de la mano con Dios. Es que lo denunciaron por un caso de estafa.
El hombre cayó en manos de la Policía luego que efectivos hicieran un allanamiento en una casa del barrio Pinozá, donde se encontraba. El fulano estaba siendo buscado porque, supuestamente, le perjudicó demasiado grande a una gente a la que le sacó más de 300 millones de guaraníes para hacer unos arreglos en una de esas casas purete que hay en algunos condominios de Alto Paraná.
Sin embargo, a pesar de una serie de pagos que se fueron realizando, las mejoras nunca aparecieron, por lo que los propietarios lo denunciaron. Ahora los uniformados dieron con él y tendrá que cumplir con lo que la Justicia le impuso. Eso sí, tiempo para rezar va a tener de sobra.
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